La cirugía de Mohs, la técnica más precisa e innovadora frente al cáncer de piel
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El cáncer de piel es uno de los más comunes entre la población, de hecho, y según datos de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y Euromelanoma de España, el número de afectados no para de aumentar de forma anual y ya afecta a 1 de cada 5 personas menores de 70 años. Según la misma institución, hay unos 4.000 nuevos casos de melanoma al año, y más de 74.000 de otros tipos de cáncer de piel como carcinomas o cánceres cutáneos no melanoma.
No obstante, los dermatólogos defienden que con un tratamiento médico adecuado y tomado a tiempo, el porcentaje de superación de la enfermedad es muy alto. Pero, además de los tratamientos médicos disponibles, es imprescindible tomarse en serio la protección de la piel de los rayos de sol con fotoprotección adecuada, así como autoexplorarse y acudir a las revisiones dermatológicas periódicas para controlar cualquier alteración de la piel.
Una de las cirugías disponibles y exitosas para enfrentar al cáncer de piel es la conocida como cirugía de Mohs. Un tratamiento muy avanzado para el tratamiento de cáncer de piel agresivo que consiste en su extracción total, pero manteniendo la mayor proporción de piel sana posible. Además, tiene algunos beneficios frente a otros tratamientos en el cáncer de piel como, por ejemplo, que se consigue una mayor tasa de curación y, además, es menos agresivo porque se intenta conservar al máximo posible de tejido sano y esto, entre otros aspectos, disminuye la cicatriz resultante. En este sentido, cabe destacar la experiencia del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid porque ha llevado a cabo alrededor de 1.500 cirugías de Mohs.
Según explica el Dr. Victoriano Morales, dermatólogo del citado espacio hospitalario madrileño, esta intervención «consiste en la extirpación en quirófano por un dermatólogo experto de sucesivas capas muy delgadas de la lesión tumoral. Una vez extraídas, cada una de las capas de piel es llevada al laboratorio de Anatomía Patológica donde analizan la presencia de células tumorales». Añade, además, que para una mayor tranquilidad y seguridad de los pacientes «el procedimiento se repite sucesivamente hasta que no haya ningún resto de tumor en los bordes las piezas extraídas».
El Dr. Morales, junto a la Dra. Yolanda Delgado, dermatóloga del mismo Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid, han convertido este espacio hospitalario en un centro referente en esta técnica dermatológica porque, además, y según defiende el especialista, es imprescindible que el hospital que lleva a cabo la operación tenga un Servicio de Anatomía Patológica experto que analice el tumor que se extirpa.
«Cada capa de piel es analizada en busca de células malignas. No termina la intervención hasta que los bordes de las piezas extraídas estén libres de células tumorales», explica el Dr. Morales que, además, destaca la labor del Dr. Agustín Acevedo y el Dr. Luis Ortega Martinez de Victoria, del Servicio de Anatomía Patológica, porque su labor es «indispensable para el desarrollo exitoso de esta cirugía».
Señala el Dr. Morales, además, que la cirugía de Mohs «está indicada en los casos de cáncer de piel más agresivo, sobre todo de localización facial; y también en aquéllos tumores que han sido extirpados previamente de manera incompleta o que han vuelto a aparecer tras una extracción previa».
Finalmente, explica el Dr. Morales, a vez extraídas las capas sucesivas de piel y, tras el análisis pertinente, ya no se encuentran células tumorales es el momento de cerrar la lesión. «Muchas veces es suficiente con aproximar los bordes de la herida quirúrgica con puntos de sutura, pero en algunas ocasiones –en casos de heridas extensas– es necesario realizar técnicas más complejas, como colgajos o injertos de piel».